La lectura y la sociedad del conocimiento
La actual “sociedad de la información” puede asustarnos, desde luego. Al encontrarnos con tal cantidad de información al alcance de nuestras manos, lo que más difícil puede resultarnos es seleccionar. No podemos leerlo todo, es imposible. Tenemos que elegir. Pero ¿en qué nos basaremos para tomar estas decisiones?
Además acceder a la información en la actualidad presupone saber utilizar las nuevas tecnologías, herramientas que antes conocían unos pocos y actualmente están generalizadas y son elementales para cualquier escolar. Y poco a poco estamos aprendiendo a utilizar nuevos lenguajes, el visual, el audiovisual, el multimedia… a codificarlos y a decodificarlos.Para poder disfrutar de esta sociedad de la información y del conocimiento y aprovechar bien los que nos ofrece, debemos, por tanto aprender. Aprender a leer, aprender a seleccionar información, aprender a usar las nuevas tecnologías y aprender a codificar y decodificar en los nuevos lenguajes audiovisuales.
Avanzar entre millones de informaciones útiles e inútiles. Recoger aquellas que nos interesan y desechar aquellas que no nos sirven…¿cuándo tiene uno suficiente información?¿Cuándo parar de recopilar?
A partir de la información que uno recibe, se puede crear un conocimiento, pero también puede ocurrir lo contrario. Tener información y poder analizarla, compararla y relacionarla nos lleva al conocimiento, pero tener información no es lo mismo que tener conocimiento. Es importante tener esto en cuenta y creo que el texto de José Antonio Millán deja esta idea muy clara.
La lectura, saber leer, puede ayudarnos a encontrar el conocimiento dentro de la información. La cultura que poseemos ahora, la tenemos gracias a la escritura y a su posterior lectura. El conocimiento se ha ido acumulando en documentos escritos, y ahora, hay un resurgimiento de esta cultura escrita, gracias a internet y a las nuevas tecnologías, que permiten que mantengamos correspondencia e incluso conversaciones pero por escrito.
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